martes, 11 de agosto de 2009

EXPLICACION DE REDONDILLAS

REDONDILLAS

Hombres necios que acusáis
a la mujer, sin razón,
sin ver que sois la ocasión
de lo mismo que culpáis;

En este primer párrafo, Sor Juana introduce el tema de su poesía. Acusa a los hombres de hipócritas por juzgar a la mujer de actos que ellos tambien cometían.
si con ansia sin igual
solicitáis su desdén,
por qué queréis que obren bien
si las incitáis al mal?

Sor Juana continúa su acusación, agregándole un nuevo ingrediente. Ya no solo los hombres son igual de pecadores a las mujeres, sino que son los hombres los que incitan el mal comportamiento de las mujeres. Es decir, es peor el comportamiento de los hombres que el de ellas, porque no solo actuan mal, sino que inducen a la mujer a la maldad.
Combatís su resistencia
y luego, con gravedad,
decís que fue liviandad
lo que hizo la diligencia.
En este párrafo Sor Juana juzga el comportamiento sexual de los hombres. Al decir " combatís con resistencia" habla de la insistencia de los hombres por tener a las mujeres, pero como después afirman que lo lograron gracias a que las mujeres son " fáciles".

Parecer quiere el denuedo
de vuestro parecer loco,
al niño que pone el coco
y luego le tiene miedo.

Sor Juana va más lejos, insultando de forma humorística la inteligencia de los hombres. Al comparar su comportamiento con el del niño que le teme al coco, termina diciendo que no son maduros, inteligentes ni capaces de asumir la responsabilidad de sus actos.
Queréis, con presunción necia,
hallar a la que buscáis
para prentendida, Thais,
y en la posesión, Lucrecia.

Acusa directamente a los hombres de buscar e incentivar el encuentro sexual con la mujer. Refuerza la idea del segundo párrafo.
¿Qué humor puede ser más raro
que el que, falto de consejo,
él mismo empaña el espejo
y siente que no esté claro?
Sigue la idea del poema. Utiliza una metáfora para expresar que no es lógico el comportamiento ni el rechazo de los hombres a las mujeres.
Con el favor y el desdén
tenéis condición igual,
quejándoos, si os tratan mal,
burlándoos, si os quieren bien.
Nuevamente señala la hipocresía de los hombres, acusándolos de mentir y criticar a la mujer solo de acuerdo a sus intereses.
Opinión, ninguna gana,
pues la que más se recata,
si no os admite, es ingrata,
y si os admite, es liviana.

Siempre tan necios andáis
que, con desigual nivel,
a una culpáis por cruel
y a otra por fácil culpáis.

¿Pues como ha de estar templada
la que vuestro amor pretende?,
¿si la que es ingrata ofende,
y la que es fácil enfada?
Refuerza la misma idea con nuevas imágenes.
Mas, entre el enfado y la pena
que vuestro gusto refiere,
bien haya la que no os quiere
y quejaos en hora buena.

Dan vuestras amantes penas
a sus libertades alas,
y después de hacerlas malas
las queréis hallar muy buenas.
Refuerza la misma idea con nuevas imágenes.
¿Cuál mayor culpa ha tenido
en una pasión errada:
la que cae de rogada,
o el que ruega de caído?
Nuevamente insiste en señalar a los hombres como culpables de la tentación sexual, pues es peor su culpa por buscar el pecado.
¿O cuál es de más culpar,
aunque cualquiera mal haga;
la que peca por la paga
o el que paga por pecar?
Al señalar " el que paga por pecar" juzga duramente a los hombres, considerándo que su comportamiento es peor que el de una prostituta.
¿Pues, para qué os espantáis
de la culpa que tenéis?
Queredlas cual las hacéis
o hacedlas cual las buscáis.

Dejad de solicitar,
y después, con más razón,
acusaréis la afición
de la que os fuere a rogar.
Reclama a los hombres cambiar su comportamiento frente a las mujeres
Bien con muchas armas fundo
que lidia vuestra arrogancia,
pues en promesa e instancia
juntáis diablo, carne y mundo.
Cierra el poema de manera burlona, acusando a los hombres de ser culpables de la tentación. En este sentido, el poema es muy rebelde para la época, pues en una sociedad ultrareligiosa, invierte el mito biblio de Eva, como la mujer culpable de la tentación y el pecado.
Sor Juana Inés de la Cruz
Sor Juana Ines de la Cruz puede pasar a la historia como la primera pensadora latinoamericana que se preocupó por los derechos sociales y políticos de la mujer.

En escritos como "Hombres necios que acusaís", y " Respuesta a Sor Filotea"
, Sor Juana defiende el derecho de las mujeres a “el estudiar, escribir y enseñar privadamente”. De hecho, la vida de Sor Juana puede entenderse como un intento por valorar la imagen social de su mujer. Su entrada al convento, más que una decisión religiosa, fue una burla de la prohibición que pesaba sobre las mujeres para que estas no aprendieran a leer ni a escribir, salvo las religiosas. Sor Juana, supo entonces que la única forma de satisfacer su interés por la ciencia y la literatura( algo prohibido para las mujeres de la Colonia), era escribir desde un convento.

De igual manera es importante la obra de Sor Juana, porque es exepcional para entender a las mujeres de su tiempo. Es la primera escritura propiamente femenina que se dió en lainoamerica, explicando no solo que la mujer tenía la misma inteligencia del hombre, sino contradiciendo la opinión dominante de los hombres, que acusaban a la mujer de ser un ser inferior lleno de tentación y de pecado.

BIOGRAFIA DE SOR JUANA

Sor Juana Inés de La Cruz

(1651-1695)

Sor Juana Inés de la Cruz
(Datos biográficos)

Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana,
nació en 12 de noviembre de 1651 en San Miguel
de Nepantla, Amecameca. Fue hija de padre vasco
y madre mexicana. Tocóle en suerte vivir una
época en que la literatura nacional era copia,
más o menos fiel, de la española; culteranisrno,
estilo que se agudiza en gongorismo; y la tendencia
de los escritores de ese tiempo a escribir
únicamente en verso, la cual, por la estilización
que preferían, cuajaba en composiciones que constituían
verdaderos logogríficos del intelecto: se vestía a la
idea con un ropaje enfarragoso, para luego gozar en
desnudarla. Al respecto ha dicho un autor que "en tal
época hablar claro era un pecado".

La producción de Sor Juana en su gran mayoría poética,
con todo y ser presa de la misma afectación, por su
sinceridad y fuerza alcanza tonos desconocidos de sus
contemporáneos, en grado tal, que hay quienes
piensan que ella, y Juan Ruiz de Alarcón, integran
"la mayor gloria de México virreinal"; más aún: que
únicamente por Sor Juana se salva la literatura del
siglo XVII, que era cultivada por "poetas sin condiciones
de cultura ni talento".

Su genio manifestóse bien temprano, pues a los tres de
edad ardía ya en deseos de saber leer y escribir; a
los ocho compuso una loa al Santísimo Sacramento, y a
los diecisiete, ya cumplidos aún, domina --dice Karl
Vossler-- "el difícil estilo culterano y está igualmente
bien versada en todos los géneros y métricas de la
literatura española". Bastáronle veinte lecciones, que
le dictó en bachiller Martín de Olivas, para dominar el
latín con absoluta maestría. Su cultura, enciclopédica,
era vastísima. Religiosa desde las dieciséis años
(inicialmente en el Convento de Santa Teresa la Antigua
y posteriormente en el de San Gerónimo) en el
claustro vio cristalizar la mayor parte de su obra, no
obstante lo cual buena parte de ella tiene como motivos
asuntos profanos. Tuvo a su cargo la Tesorería del Convento
y declinó dos veces el puesto de Abadesa, que
le fue ofrecido.

Antes de profesar, fue dama de la esposa del virrey Mancera.

En plena madurez literaria, criticó al P. Vieyra, portugués
de origen, jesuita, un sermón, y lo impugnó sosteniendo lo
relativo a los límites entre lo humano y lo divino, entre el
amor de Dios y el de los hombres, lo que dio motivo a que el
Obispo de Puebla, D. Manuel Fernández de Santa Cruz (Sor Filotea),
le escribiera pidiéndole que se alejara de las letras profanas
y se dedicara por entero a la religión. Sor Juana se defendió
en una larga misiva autobiográfica, en la cual abogó por las
derechos culturales de la mujer y afirmó su derecho a criticar
y a impugnar el tal sermón. No obstante, obedeció, y al efecto
entregó para su venta los cuatro mil volúmenes de su biblioteca
("quita pesares", como la llamaba), sus útiles científicos y sus
instrumentos musicales, para dedicar el producto de ellos a fines
piadosos. Cuatro años mas tarde, atendiendo a sus hermanas enfermas
de fiebre, se contagió y murió el 17 de abril de 1695.

Las obras de Sor Juana no se han editado completas. Algunas piezas:
Los Empeños de una Casa, Sonetos, Poesías Escogidas, Autos
Sacramentales, etc., etc. han circulado intermitentemente,
aisladas del grueso de su producción, algunas otras se han perdido.
Un Compendio de Armonía Musical. "El Caracol".

Su obra no tiene exclusivamente reflejos gongorinos, pues
particularmente a su teatro se le señalan notables
influencias del dramaturgo Calderón de la Barca, y aún de Moreto.

De ella ha dicho Marcelino Menéndez y Pelayo "No se juzgue a Sor
Juana por sus símbolos y jeroglíficos, por su Neptuno Alegórico ...
por los innumerables rasgos de poesía trivial y casera de que
están llenos los romances décimas con que amenizaba los saraos
de los virreyes Marqués de Mancera y Conde de Paredes.
Todo esto no es más que un curioso documento para la historia
de las costumbres coloniales y un claro testimonio de cómo la
tiranía del medio ambiente puede llegar a pervertir las naturalezas
más privilegiadas"... "lo que más interesa en sus obras es el
rarísimo fenómeno psicológico que ofrece la persona de su autora"...
"hay acentos de sus versos que no pueden venir de la imitación
literaria"... "los versos de amor profano de Sor Juana son de
los más suaves y delicados que han salido de pluma de mujer".

Ha pasado a la Historia con los significativos nombres con
que la critica la ha bautizado: 'La Décima Musa",
"Fénix de México" y "La Monja Mexicana".

Tomado de: Armas y Letras. Año I Núm. 4. Abril de 1944

HOMBRES NECIOS QUE ACUSAIS

Poema Hombres Necios Que Acusáis

( Sor Juana Ines de la Cruz)


Hombres necios que acusáis
a la mujer sin razón,
sin ver que sois la ocasión
de lo mismo que culpáis:

si con ansia sin igual
solicitáis su desdén,
¿por qué queréis que obren bien
si la incitáis al mal?

Cambatís su resistencia
y luego, con gravedad,
decís que fue liviandad
lo que hizo la diligencia.

Parecer quiere el denuedo
de vuestro parecer loco
el niño que pone el coco
y luego le tiene miedo.

Queréis, con presunción necia,
hallar a la que buscáis,
para pretendida, Thais,
y en la posesión, Lucrecia.

¿Qué humor puede ser más raro
que el que, falto de consejo,
él mismo empaña el espejo,
y siente que no esté claro?

Con el favor y desdén
tenéis condición igual,
quejándoos, si os tratan mal,
burlándoos, si os quieren bien.

Siempre tan necios andáis
que, con desigual nivel,
a una culpáis por crüel
y a otra por fácil culpáis.

¿Pues como ha de estar templada
la que vuestro amor pretende,
si la que es ingrata, ofende,
y la que es fácil, enfada?

Mas, entre el enfado y pena
que vuestro gusto refiere,
bien haya la que no os quiere
y quejaos en hora buena.

Dan vuestras amantes penas
a sus libertades alas,
y después de hacerlas malas
las queréis hallar muy buenas.

¿Cuál mayor culpa ha tenido
en una pasión errada:
la que cae de rogada,
o el que ruega de caído?

¿O cuál es más de culpar,
aunque cualquiera mal haga:
la que peca por la paga,
o el que paga por pecar?

Pues ¿para qué os espantáis
de la culpa que tenéis?
Queredlas cual las hacéis
o hacedlas cual las buscáis.

Dejad de solicitar,
y después, con más razón,
acusaréis la afición
de la que os fuere a rogar.

Bien con muchas armas fundo
que lidia vuestra arrogancia,
pues en promesa e instancia
juntáis diablo, carne y mundo.

UN BLOG PARA SOR JUANA

Sor Juana Inés de la Cruz tuvo una vida agitada y polémica desde sus primeros años en la sociedad de Nueva España (México). Sus actitudes, se movieron entre el desafío, la erudiccón, la pose social y el fervor religioso. SU interés por la filosofía, la teología, las ciencias naturales, la literatura y los artefactos astronómicos, hacen de Sor Juana, el centro de su comunidad religiosa. Los enigmas que rodean su bbiografía, se extienden a su producción literaria que puede ser a un tiempo, clara e inquietante.

Este blog, es un intento por comprender y homenaujear a esta enigmática mujer.